Problemas comunes en bordado – Por qué lo que ves en pantalla no siempre es lo que se borda
Es muy frustrante cuando un diseño de bordado se ve perfecto en la pantalla del software, pero al momento de llevarlo a la tela, el resultado es un completo desastre. Es una situación que implica la pérdida de tiempo, de materiales costosos y, sobre todo, de la paciencia que tanto necesitamos en este arte. Esta situación no es rara, de hecho, muchos hemos pasado por eso, incluso yo, cuando empecé hace más de 16 años. Pero con el tiempo, con prueba y error, he ido desarrollando un conjunto de pasos fundamentales que me permiten prevenir estos errores y asegurar bordados de alta calidad desde la primera puntada.
En este artículo quiero compartir contigo esos pasos, con ejemplos prácticos y explicaciones claras, para que tú también puedas identificar los errores más comunes y aplicar soluciones efectivas. Lo primero que hay que entender para solucionar cualquier problema es que no se puede corregir lo que no se comprende. Por eso, es vital encontrar la causa del error antes de intentar arreglarlo.
Cuánto influye el diseño en el resultado final del bordado
Muchas veces, cuando algo sale mal en el bordado, culpamos inmediatamente al diseño. Sin embargo, la realidad es más compleja. El éxito de un bordado no depende exclusivamente del diseño. De hecho, podría decir que un buen resultado se construye con un 40% del diseño en sí, un 50% de lo que sucede al momento de bordar y un 10% de atención a los pequeños detalles. Por eso, antes de encender la máquina, conviene revisar y corregir cualquier error en el diseño digital.
Ajustar la densidad según el tipo de puntada y la capa
Uno de los errores más frecuentes es utilizar densidades inadecuadas en los rellenos, en especial en la puntada tatami. Esto puede provocar áreas con poca cobertura, puntadas sueltas o una apariencia de baja calidad. Para evitarlo:
- En rellenos planos usa un espaciado de 0.40 mm y una longitud de puntada de 4 mm.
- Para capas de relleno que están sobre otras, aumenta el espaciado a 0.50 mm.
- Para bordes en puntada satín, usa 0.45 mm de espaciado.
- En objetos satín que van sobre una base de relleno, sube a 0.50 mm.
- Si hay varias capas de puntadas, como en detalles pequeños tipo ojos, aumenta a 0.60 mm para evitar acumulaciones que provoquen nudos.
Estos ajustes sutiles pueden marcar una gran diferencia en la apariencia final de tu bordado.
Cambiar dirección de puntada entre capas para evitar enredos
Cuando dos capas de relleno tienen la misma dirección de puntada, lo más probable es que se entrelacen. Esto crea un efecto poco estético y desordenado. La solución es sencilla: cambia la dirección de puntada en cada capa. Puedes hacerlo utilizando la herramienta Reformar, moviendo los nodos naranjas en los extremos del objeto para ajustar la línea de dirección. El simple hecho de alternar direcciones puede prevenir que las puntadas atraviesen capas superiores.
Corregir puntos de entrada y salida para evitar divisiones visibles
Otra causa frecuente de errores es tener mal ubicados los puntos de entrada (rombo verde) y de salida (cruz roja). Si están ubicados en el centro del objeto, es probable que se generen vacíos o deformaciones por el movimiento de la tela. Lo ideal es ubicarlos en los extremos, preferiblemente en lados opuestos y siguiendo la dirección de la puntada. Aunque puede que esto no sea lo más óptimo para la eficiencia del bordado en general, prioriza la calidad de acabado.
Aplicar refuerzos para evitar que la tela se deforme
Uno de los pasos más importantes para evitar que la tela se mueva o pierda su forma durante el bordado es aplicar refuerzos. Este paso se realiza desde el software de digitalización:
- Selecciona el objeto y abre la pestaña de refuerzo.
- Configura un espaciado de 4 mm.
- Establece márgenes de 2 mm.
Este refuerzo debe aplicarse únicamente a las capas inferiores del relleno. Refuerza la tela con la entretela desde la primera puntada y evitarás desplazamientos que afectan la precisión del diseño.
Agregar compensación de tire para un borde más preciso
A veces, entre el borde del diseño y el relleno aparecen espacios vacíos. Para prevenirlo, puedes aplicar una compensación de tire al borde. ¿Cómo se hace? Selecciona los bordes del objeto y en la pestaña correspondiente ajusta un valor de compensación de 0.40 mm. Esto crea un pequeño margen de seguridad que asegura que el borde cubra correctamente el relleno inferior.
Crear margen de error entre capas para mejorar cobertura
Si quieres evitar espacios entre diferentes capas de relleno, es recomendable crear un margen de error intencional. Esto se hace ajustando los nodos de las capas superiores para que cubran ligeramente las inferiores. Este pequeño solapamiento ayuda a conseguir una cobertura continua y evita bordados con huecos entre formas.
Usar el tambor adecuado según el tamaño del diseño
Elegir el tambor correcto es vital. Un tambor demasiado grande permite que la tela se mueva, lo que puede deformar el bordado. Usa siempre el tambor más pequeño posible que se ajuste a tu diseño sin que el pie de la máquina lo golpee. Por ejemplo:
- Bordado de 10 cm: tambor de 12 o 15 cm.
- Bordado de 3 cm: tambor de 5 a 7 cm (máximo 10 cm).
Este detalle tan simple puede evitar errores costosos.
Entamborar correctamente la tela antes de comenzar
Aunque parece algo básico, muchos errores vienen de una tela mal prensada. Al entamborar asegúrate de:
- Ajustar bien la apertura del aro.
- Aplanar completamente la tela.
- Que no haya arrugas visibles.
- Que la tela quede firme pero sin maltratarla.
Una buena preparación asegura un resultado profesional.
Elegir la entretela adecuada según el tipo de tela
Utilizar la entretela correcta marca una gran diferencia. Aquí una guía rápida:
- Entretela que se retira a mano: para telas rígidas.
- Entretela que se recorta con tijera: para telas ligeramente elásticas o para crear parches.
- Entretela adhesiva: ideal para telas muy elásticas o delicadas (se puede combinar con entretela que se retira a mano).
Nunca uses varias capas superpuestas. Eso no mejora la estabilidad y puede generar puntadas hundidas y acabados pobres.
Verificar la tensión del hilo antes de bordar
La tensión del hilo es clave. Una máquina con mala tensión puede arruinar todo el trabajo. Verifica que el hilo superior fluya suavemente y que no se trabe. La bobina también debe tener la tensión justa. Un buen indicador es revisar el reverso del bordado: el hilo de bobina debe ocupar un tercio de la parte trasera. Si no es así, ajusta hasta conseguir el equilibrio adecuado.
Revisar el estado de la aguja para evitar roturas
Las agujas desgastadas, torcidas o defectuosas pueden causar rotura constante del hilo o dañar la tela. Si notas estos problemas, cambia la aguja por una nueva y asegúrate de instalarla en la dirección correcta. Incluso marcas reconocidas han tenido fallos de fábrica últimamente, así que revisa con atención.
Bordar una muestra antes de la prenda final
Este paso puede parecer innecesario, pero bordar una muestra puede ahorrarte muchos errores. Al ver el resultado sobre una tela similar podrás ajustar detalles y asegurarte que todo está bien antes de pasar al diseño final. Es una inversión mínima de tiempo que puede evitar grandes pérdidas.
Buenas prácticas finales – La cereza del pastel para un acabado impecable
Hay pequeños detalles que marcan una gran diferencia. Aquí te comparto algunos:
- Prelavado de la prenda: especialmente en telas de algodón, evita que el bordado se deforme al lavar.
- Corte de hilos sobrantes y entretela: hazlo con cuidado, sin estirar ni dañar la tela.
- Planchar suavemente a baja temperatura: elimina marcas del tambor y mejora la apariencia del bordado terminado.
Si aplicas estos pasos y adoptas estas buenas prácticas como parte de tu rutina, notarás una mejora significativa en la calidad de tus bordados. No son soluciones mágicas, pero sí pasos comprobados por años de experiencia en bordado digital.
Nos vemos en el próximo post.
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